No nos interesa cierto material tradicional donde se exalten contra-valores.
Queremos enseñar:
- Que las mujeres no son sólo princesas.
Una experiencia muy fuerte de un miembro de “No me vengas con ese cuento”, en relación con la imposición de las Barbies y princesas como prototipo de mujer, fue que, al llegar a una casa donde trabajaría por primera vez de niñera, se encontró con un mueble, de 2 metros por 1, repleto de todo tipo de Barbies y princesas, serían en total, más o menos, 300. Y en la pequeña biblioteca de las niñas, de apenas 60 centímetros, sólo encontró cuentos de la colección Barbie.
-Que tanto la violencia como la discriminación no son comunicación Nos molesta cuando, de manera autoritaria, las maestras, padres u otro tipo de adulto, educa de acuerdo a una pedagogía impulsiva, como por ejempló: Gritar, samarrear, amenazar con autoridades aparentemente superiores (del estilo “Le voy a contar a tu padre”) o pensar que en ciertas ocasiones no está tan mal dar un cachetazo.
-Que el trabajo en grupo es enriquecedor
Queremos fomentar el trabajo en comunidad, el respeto y la desvalorizar el individualismo.
-Que en los cuentos hay algo más allá de la materia colorida.
Notamos que muchas veces leemos o regalamos material y no somos plenamente conscientes del tipo de ideología que estamos reproduciendo de manera acrítica.
-Que nuestro país, nuestro continente, tiene sus propias historias y su propia tradición.
Es muy común que los niños prefieran festejar Halloween o Navidad, ¿Porqué?
No hay comentarios:
Publicar un comentario